domingo, 24 de noviembre de 2013

Lírica cortesana - Siglo XV

Contexto histórico

Desde el siglo XIII la política castellana va a reflejar una lucha entre el rey y los nobles, donde la nobleza va a tener más poder que el rey, teniendo muchos reyes que ceder: Juan II de Castilla llegó a ahorcar a su valido, Álvaro de Luna, ante la presión de los nobles.
Los reyes de Castilla y Aragón son primos-hermanos y ahí tensión. El matrimonio entre Isabel y Fernando pone fin a la tensión y a la inestabilidad política, consiguiendo una monarquía fuerte frente a los nobles.
En 1470 empieza a funcionar la imprenta en España.
En 1492 Antonio de Nebrija escribe la primera Gramática castellana.
Durante todo el siglo XV se introduce en Europa el Humanismo, una vuelta al latín clásico en todos los aspectos culturales.

Lírica cortesana

La lírica cortesana es un arte literario desarrollado en las cortes y palacios durante el siglo XIV y XV. Los reyes y nobles a través del mecenazgo ofrecieron protección y sustento a los artistas para poder elaborar sus obras. Predomina la poesía culta con influencia trovadoresca, provenzal y galaico-portuguesa. El tema predominante es el amor, tratado según el código cortés del amor.
Las características principales son:
-         Breves canciones líricas, hábiles e ingeniosas, versos de arte menor, estilo ligero.
-         Destino el canto.
-         Empleo de imágenes bélicas y caballerescas para describir sentimientos.
-         Aparecen alegorías, referencias a la mitología y libros clásicos.
-         Uso del humanismo.
Gran parte de la lírica castellana se recoge en tres cancioneros:
-         Cancionero de Baena: por Juan Alfon de Baena. Recoge poesía de finales del siglo XIV y principios del XV. Esta dedicado a Juan II de Castilla.
-         Cancionero de Estúñiga: recoge gran parte de la poesía castellana compuesta en Italia.
-         Cancionero General: es el cancionero más completo de toda la época. Tiene varias ediciones, una impresa (1511).

El marqués de Santillana 1398 – 1485

Iñigo Lopez de Mendoza, marqués de Santillana, representa el nuevo modelo de poeta del siglo XV. La frase: “La ciencia no embota el hierro de la loza no hace floja la espada”, le define muy bien. Era un poeta-caballero.
Escribió las Serranillas, historias de un caballero y una pastora. El caballero regala ropa, joyas... para conquistarla. A veces es rechazado y otras complacido.
Una parte de su poesía tuvo influencia italiana, Sonetos fechos al itálico modo. Fue el primero en escribir sonetos en español y no volvieron a escribirse hasta mediados del siglo XVI. En esta época no existía el endecasílabo y no sonaban bien al oído español. Los sonetos están compuestos de dos cuartetos y dos tercetos. Tiene tres tipos de composición. La regla es que en los tercetos no riman tres versos seguidos, no queda ninguno desparejado y los dos últimos no llevan pareado:
a) ABBA ABBA CDC CDC
b) ABBA ABBA CDE CDE
c) ABBA ABBA CDE DCE



Juan de Mena

En su época se consideraban sus obras como las obras maestras.
Escribió el Laberinto de Fortuna que se lo dedicó a Juan II. Es un libro difícil de entender que incluye glosas aclaratorias. Esta formado por estrofas de arte mayor, versos dodecasílabos. Se considera la mejor imitación en español de la Divina Comedia de Dante.
Se le consideró un poeta a la altura de los grandes poetas latinos que necesitaban sus escritos de explicaciones para ententerse. Gran parte de sus obras se las dedicó a su amigo, Álvaro de Luna, condestable al que tuvo que ahorcar el rey por presión de los nobles.

Jorge Manrique (1440 – 1479)

Al igual que el marqués de Santillana, Manrique participó en batallas. Era un defensor de los reyes Católicos.  Escribió pocas obras, en torno a 50, la mayoría poesías amorosas.
Destaca por las Coplas por muerte de su padre, uno de los mejores escritos en nuestra literatura. Está formada por 40 coplas de dos sextinas de pie quebrado (8a, 8b, 4c, 8a, 8b, 4c), también llamadas estrofas manriqueñas. Estas proporcionan un ritmo solemne y sereno adecuado al asunto de la muerte de su progenitor. El poema es una reflexión sobre la vida y la muerte llena de serenidad y esperanza.
-         Del verso 1 al 14. Menosprecia el tiempo. Da una visión tranquila de la muerte. Se describe erudito. Era creyente y se dirige a Dios y no a las Musas. Desprecia la descendencia de los godos. No esta contento con la política.
-         Del verso 15 al 24. Fugacidad de la vida. Todos se mueren. No quiere buscar ejemplos caducos de otras épocas sino hablar de su propia. Se centra en el presente, lo que la gente de su época ha vivido.

-         Del verso 25 al 40. Desprecio de la muerte. Desprecia la muerte. Su padre fue famoso y aunque muerto, su fama consiguió ir más allá de la muerte. La Muerte aparece personificada aunque no aparece de forma bélica como en otras obras de la época, sino de forma amable y cristiana. Jorge Manrique distingue tres vidas: la vida carnal, la fama y el honor, y después de la muerte. Considera la fama y el honor la vida más importante.


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